Poeta y basura

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“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Telmo y Martina, de Kike Narcea

¡Qué grande el final! Reconozco que al principio de este cortometraje, uno piensa "bueno, dada la situación que se presenta, el diálogo está bien hecho y la actuación no es del todo mala; pero no deja de ser típico español". Sin embargo, el gran sorpresón del final te saca unas cuantas carcajadas. Me encanta el humor surrealista, como cuando dirigí "El abanico de Lady Windermere", de Oscar Wilde, y en medio del cuarto acto, en un diálogo muy aburrido, decidimos sacar a escena por la puerta a un gran dragón chino para que el mayordomo, armado con una AK-47 y una bandera yanki al cuello, lo matase vilmente.

¡Tres hurras por el surrealismo!


1 comentario:

  1. Me parece un corto buenísimo, aunque (será por el momento en que lo veo)no me parece ni surrealista, ni me hace reír.
    Gracias por presentarlo. Me parece genial.
    Un abrazo.

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¡Vomita lo que pienses!

El viaje íntimo de la locura