Poeta y basura

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“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

jueves, 15 de marzo de 2012

Luces de ciudad

Mañana los pájaros cantarán
aunque nadie los escuche,
tiñendo de esperanza
el oído de los hombres.

Mil veces matarían aquellos
que esculpen corazones;
mil y una los que a sí mismos
aún se buscan.

¡Luz dichosa y luz de harina!
La lucha recién empieza,
muerta en ojos es la Luna.


Hermanito, que yo nací bañado
en sangre, misma sangre
que mi aire anega.
Hermanito, que en la jungla
hay salvajes. Sé cauto, te lo ruego.


Luces de ciudad huyen
bailando por el mar;
luces de marfil en esta
metrópoli maldita.


Nítsuga Sotso Anibor © Todos los derechos reservados

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