Poeta y basura

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“En el jardín hay un cerezo dormido, pero parece muerto. Este otoño comenzó a sentirse apático, y la dejadez se apoderó de su espíritu. La vida, cansada de verle abúlico y desastrado, decidió que lo mejor sería que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre su relación, y se marchó de vacaciones, dejándole en un estado de abatimiento que hizo que se fuera consumiendo poco a poco hasta que acabó por convertirse en lo que es ahora: el aletargado esqueleto de un cerezo; una osamenta de madera clavada al suelo, que solo espera que regrese la vida”.

miércoles, 20 de enero de 2010

Oveja negra dice

Voy a engañar a Dios para que crea, que mi reloj de arena se ha agotado, y es hora de morir e ir a tu lado, mientras mi voz tu nombre deletrea.

Voy a engañar al rey de la marea, para que ponga en mi ojos de ahogado y azote mi velero acantilado, hundiéndolo y la vida no lo vea. La muerte con los vivos no bromea, la voy a hacer reír a ojos hinchados, y alegre me dirá cómo rodea tu cuerpo con su línea de soldados.

Hoy que el ayer me llama derrotado, no siento ni el gemido, ni la herida. Todo me huele a tierra prometida al no encontrar las trampas del pasado. Hoy que el dolor ya ha muerto y acabado, parece que se va de despedida, juega mi alma y ríe sorprendida, sabiendo que ya todo ha terminado.

Hoy alza al fin mi corazón su vuelo con otro amanecer en la mirada, contra la eternidad hoy me rebelo, sereno ya mi paz recomenzada, olvidará batalla en campo, duelo, y hasta tu propia voz queda olvidada.

Olvido, tan caníbal me has mirado, que me he vuelto inmortal por devorarte, yo no nací dolor para saciarte y hambriento estás mirando mi costado. En unos sueños muertos me has buscado y yo andaba allí ni en otra parte vas a buscar dolor hasta cansarte y al fin comprenderás que te he enterrado.

Dile al odio dolor si ha señalado mi cuello cada noche como antes,
dile que sigo vivo, que ha fallado, que ahora tengo la piel de los gigantes y hazle saber dolor que me he marchado a la muerte a vivir con contrincantes.

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Black Bee (8ª introducción)

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